viernes, 21 de febrero de 2014

Viva el carnaval

El periodo del año favorito para Joao era el que coincidía con Carnaval. Desde muy pequeño había vivido intensamente esa fiesta junto a sus padres, y ningún año se perdía el gran desfile en el que miles de personas bailan y tocan música durante horas en Río de Janeiro.
Joao formaba parte de una escuela de samba. Trabajaban muy duro durante todo el año para prepararse para el desfile del carnaval. Cada año buscaban un tema central y ropas originales y llamativas, pensaban coreografías, música y todo lo necesario para vivir el carnaval.




Joao disfrutaba con los ensayos, estaba deseando salir del colegio para juntarse con sus compañeros y cantar y bailar. A su corta edad ya era un gran percusionista. Estaba muy bien valorado por su grupo. También le gustaba ver como cada año diseñaban y construían una gran carroza que competiría en el desfile para llevarse el primer premio y así ganar dinero para que la carroza del próximo año fuera aún mejor. Por suerte contaban con uno de los mejores diseñadores de Brasil y casi siempre su escuela quedaba entre las tres primeras.




Los padres de Joao compartían la afición por la música y el carnaval, pero también querían que Joao estudiase más y se centrara en sus estudios, por eso le habían advertido a su hijo que si no sacaba buenas notas, ese año no iba a poder desfilar con sus compañeros.

Desgraciadamente Joao no estudió lo suficiente para aprobar. Sabía que su padre se enfadaría mucho con él, pero creía que no iba a ser capaz de cumplir su promesa. Había estado un año entero preparándose para el carnaval y sus padres lo sabían.

Cinco semanas antes de las fiestas de carnaval, los padres de Joao hablaron con su hijo y le prohibieron ir a los ensayos, que ya eran diarios y de dos o tres horas. La decisión no fue fácil de tomar para ellos, pero si Joao no se tomaba en serio sus estudios, tampoco podía disfrutar del carnaval.

El chico no se podía creer que por no haber estudiado se podía jugar su puesto en la escuela. Era un puesto muy codiciado y si él no podía participar en los ensayos previos, había muchos aspirantes para cubrir su lugar. Debía hablar con sus profesores para que le dieran otra oportunidad y esta vez tomarse en serio su trabajo. No iba a permitir que nada se interpusiera en su camino. Sabía que si ponía voluntad y esfuerzo iba poder lograrlo.

Cada día se levantaba muy temprano y estudiaba sin distracciones. Iba a clase y estaba atento. Hacía sus deberes y entregaba a tiempo los trabajos que sus profesores le pedían. Pronto se puso al día. Había cambiado de actitud, en el colegio todos lo notaron y el profesor se lo notificó a sus padres. La fuerza de voluntad de Joao hizo que aprobara las asignaturas que había suspendido, pero lo más importante fue que hubo una transformación en el chico. Se sentía muy orgulloso de haber trabajado duro y de haber conseguido sus objetivos, no sólo porque ahora podría disfrutar del carnaval, sino porque había madurado, había cumplido con su deber y se sentía bien.

Fue un carnaval magnífico que nunca olvidaría porque gracias a él, había cambiado y estaba satisfecho con la persona en la que se había transformado.

Silvia

CM1 ha elegido el tema esta semana.

¡FELICES VACACIONES A TODOS!

9 comentarios:

  1. Hola a todos, soy Adriana de CE2A y he estado buscando lecturas sobre el Carnaval y he encontrado unos trabalenguas muy chulos que quiero compartir con vosotros:

    1.- Don Guindonqui y don domingo
    con disfraz de ringorringo,
    muy vestidos y eleguantes
    con su sombrero y sus guantes.

    2.- El carnaval esta encarnavalizado,
    ¿Quien lo desencarnavalizará?
    El desencarnavalizador que lo desencarnavalice
    buen desencarnavalizador será.

    3.- El que poca capa compra
    con poca capa se tapa.

    Mañana os pondré unas adivinanzas sobre Carnaval también muy chulas ¡a ver quien las adivinará!

    Adriana Santamaria CE2A

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  2. A mi me ha encantado es un relato muy origiNAL

    Adriana Santamaria CE2A

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  3. Hola hoy os pongo las adivinanzas.

    1.- Con unos zapatos grandes
    y la cara muy pintada,
    soy el que hece reir
    a toda la chiquilla.

    2.- Un traje original,
    con mascara y guantes,
    me lo pongo en Carnaval
    y no parezco el de antes

    3.- Si me la pongo me ves,
    pero no me reconoces.

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  4. El canario hambriento
    Érase una vez, un pájaro, que no encontraba comida durante el invierno. Un dia a lo lejos vió una casa, se acercó y vió más: una abuelita, cosiendo delante de la chimenea; sin pensarlo dos veces entró por un huequecillo que habian en la madera de la puerta principal.
    Una vez dentro intentó acercase al calor de la chimenea y la abuela dijo: - Oh! un pajarito - me lo voy a quedar.
    - ¿Quieres un poquito de comidita, pajarito? -
    Y así se acabó la historia del pajarito hambriento.
    MARTINA CP C1A

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    1. Muy bien Martina. Me encantan tus historias. Creo que tienes mucho que contar. Muchas gracias y sigue escribiendo

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